Tras la lectura del artículo ¿Deporte o Finanzas? de Frank Fernández en el nº 3 | 2014 de BODY LIFE, http://fb.me/14KharfvT, he querido dar mi opinión sobre este tema ya que es un recurrente y, normalmente, se plantea como un
enfrentamiento de dos puntos de vista distintos de un negocio.
Esta disyuntiva no se da en exclusiva en el ámbito del
sector deportivo. Seguramente este debate podría darse en centros culturales
por ejemplo, en empresas de investigación, en museos, centros de ocio etc.
En mi opinión, la dirección de un centro que incluya la
responsabilidad económica del mismo, deberá llevarse a cabo por personas con
capacidad de gestión principalmente y con un equipo asesor en los aspectos
técnicos del tipo de servicio producido. Evidentemente esta premisa deberá
adaptarse al tamaño y volumen económico de los centros.
No será lo mismo un club de 500 socios que una cadena de
40.000. Sin embargo, el punto de vista empresarial, deberá ser el mismo en
todos los casos. La dimensión del centro nos deberá dar l solución en cada
caso.
El ejemplo que nos plantea Frank Fernández en el citado
artículo, en referencia a la queja de un cliente sobre la necesidad de más “bicis de ciclo indoor” refleja muy bien
el núcleo del tema que debatimos. El cliente solicita una inversión y el
empleado contesta que “lo ha comentado
varias veces con los responsables, pero me dicen que no hay dinero para bicis.”
Evidentemente, partimos de la base de que el gerente del centro habrá dispuesto
de todos los datos para evaluar la necesidad de esa inversión antes de tomar la
decisión de no adquirir ese material.
Esa decisión deberá haber estado apoyada en la opinión de
su/s asesores técnicos, de los datos de afluencia a ese servicio, del precio de
adquisición del material, del momento económico de la empresa y de los factores
que son necesarios para una decisión de inversión.
No debemos olvidar que los centros deportivos privados,
deben ser rentables económicamente y cumplir con un plan de gestión que haga
posible la consecución de objetivos de la dirección. Podemos plantear distintos
objetivos, valores y misiones que queramos tener en nuestras organizaciones
pero la rentabilidad debe ser la prioritaria.
La gran presencia de la gestión directa del sector público en
centros deportivos, bajo mi punto de vista, provoca en muchas ocasiones, este
tipo de debates.
Es decir, el dilema que se plantea, en mi opinión, no
debería existir en un sector económico maduro. No debería ser “Deporte o
finanzas” dado que no son incompatibles ni están en el mismo plano de debate.
Deberíamos hablar de Servicios deportivos rentables, como cualquier otro sector
económico.